Como si fuera uno más del "montón" y, un aparecido más en las calles, Rafael pide monedas en uno de los semáforos de la capital del Cesar.
Una avenida concurrida y exausta de todo tipo de vehículos, es el lugar que Rafael escogió para extender su mano y recibir una moneda de quienes en sus vehículos o de a pie, transitan por el sector y deciden darle lo que ellos estimen conveniente.
El "anfitrión" de nuestra historia es un adulto mayor de 67 años, el cual se hace en uno de los carriles de una de las avenidas concurridas al norte de la Valledupar, ello, para pedir una moneda con la que pueda llevar el sustento para su hogar, y con la cual pueda él y su compañera sentimental solventar las necesidades y el "Pan" de cada día que el cuerpo necesita.
Al llegar a dicho lugar, dialogamos de manera fluida con Rafael, quien con voz fuerte aún, dejó ver que aunque él se encuentra en una situación bastante precaria debido a que debe movilizarse en una silla de ruedas producto de la amputación de una de sus piernas, asegura que no quiere hacer esta práctica, sino que más bien, desea y anhela que alguien de buen corazón le de trabajo, ello, para no tener que pedir, dijo.
✓ ¿Pero, quien es Rafael?
Nuestro anfitrión es Rafael Jiménez Ospina, un adulto mayor de 67 años de edad, el cual reside en el barrio La Nevada, al norte de la ciudad de Valledupar, y quien por cosas del destino o designios de Dios, hace 7 años (el 18 de septiembre de 2014) le fue amputada la pierna derecha, ello, producto según sus palabras, de la diabetes, enfermedad que lo aqueja.
Rafael es natural de Pijiño del Carmen, Magdalena, pero por cosas de la vida, reside en esta región del Caribe desde hace 49 años, vivencias que ha compartido entre Becerril, Cesar, Villanueva, Guajira, y Valledupar, donde ha sido su mayor estadía y, donde además reside actualmente.
Y, aunque Rafael está postrado y relegado a una silla de ruedas, es un hombre con grandes capacidades, además de ser un estudioso. Es maestro de acabados, trabaja el yeso, pintura plástica, grani plast, estuco y pintura en general. A esto, Rafael le suma estudios realizados en la universidad pública de Colombia como lo es el SENA, donde se capacitó en Mampostería y Acabados Arquitectónicos, estudios que complementó para llevar a cabo su oficio en esta rama de la construcción.
Sin embargo, esta "incapacidad" (vista por muchos) ha sido motivo para que no le den trabajo, puesto que no es un hombre con sus miembros completos, hecho que Rafael asegura no es impedimento para el, debido a que de salir un trabajo en esta rama en la que está capacitado, cuenta con su hijo que también trabaja en este mismo oficio, además de otras personas que desarrollan ese oficio, a las cuales busca para llevar a cabo el trabajo.
En palabras textuales, el adulto mayor con voz fuerte y sensata, indicó que, "Quiero trabajar para no pedir, pues esto no me gusta. Si alguien me da trabajo, es mejor".
Al indagarsele si recibe beneficios del Gobierno Nacional, tales como los almuerzos y las ayudas a la tercera edad, señaló que no los recibe, y que ha hecho varios intentos para que lo ingresen a dicho programa, sin embargo, no ha sido posible.
✓ Otra de las historias de Rafael.
Otra de las historias que nuestro anfitrión dejo ver, fue la desesperación y la agonía que vivió en carne propia al momento de ser notificado por los galenos, en la que le indicaban que le iba a ser imputada la pierna, sobre lo cual, Rafael señaló que en aquel oscuro día, a él se le vino el "mundo encima", puesto que esa noticia impactó su vida, sin embargo, acotó que ni siquiera le fue puesto un Psicólogo para que la hablara y lo orientara tras la imputación de su miembro inferior derecho.
Hoy, Rafa, como cariñosamente es conocido, asegura que otra de las necesidades que lo aqueja, es la silla de ruedas, misma que hace tres años le regaló un ciudadano de buen corazón, pero que ya está pidiendo cambio, tras presentar averías en su estructura.
Tras la entrevista, Rafael indicó que si alguien puede darle trabajo en el oficio que el realiza, lo aceptaría con todo el gusto, puesto que no tendría que seguir haciéndose a la orilla de la avenida para pedir dinero, y en la que además, está expuesto a ser arrollado por un vehículo.
Por. @ANVNoticias