La Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN), oficina
del Departamento del Tesoro, emitió un aviso para alertar a las instituciones
financieras de la corrupción pública generalizada en Venezuela y los métodos
que las altas figuras políticas y sus asociados pueden usar para mover y
ocultar el producto de dicho acto ilícito. El aviso también describe una serie
de banderas rojas financieras para ayudar a identificar y reportar actividades
sospechosas que pueden ser indicativas de corrupción.
Las instituciones financieras globales deben tomar medidas
basadas en el riesgo para identificar y limitar cualquier exposición que puedan
tener a los fondos y otros activos asociados con la corrupción pública
venezolana.
Ante ello, según reveló el periodista Nelson Bocaranda, “la
conexión global de hoy en materia financiera permite que todos los bancos de la
Unión Europea y los bancos principales de Asia y África estén al tanto de las
trazas del dinero sucio’ venezolano. Ya hay cuentas congeladas a rojos
intermediarios en España, Francia e Italia. Los gobiernos de esos países junto
a los de Irlanda, Alemania, Austria, Reino Unido, Holanda y los países nórdicos
tienen equipos de monitoreo descubriendo cuentas, colocaciones, adquisición de
propiedades y otros negocios sospechosos donde intervinieron venezolanos, hoy
millonarios, cuya historia financiera data solo desde uno a tres lustros
atrás”.
“Situaciones como las que confrontaron connacionales en
bancos de Andorra y Madrid podrían repetirse hasta en China. La semana pasada,
la empresa matriz de PetroChina pidió a su sede en EE.UU. no aprobar préstamos
a PDVSA ante el temor a sanciones. La empresa ha sido intermediaria para
préstamos a Venezuela por un monto de $45 mil millones la última década”,
relató el periodista en los “Runrunes”.
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